• Cinco puntos no esenciales de la fe cristiana

    Sobre asuntos no esenciales, deberíamos aceptar las diferencias sin ser desagradables, y asegurarnos de que ninguna de estas cosas nos robe el gozo genuino que es nuestro en el evangelio. Las cosas fundamentales para ser una iglesia centrada en el evangelio nos abren la comunión con personas de todos lugares y trasfondos. Deberíamos esperar e incluso celebrar esta gloriosa realidad.

  • Cómo adorar a Dios: lo que la sana doctrina nos enseña

    La sana doctrina debería motivar la adoración. Al igual que el amor —componente esencial de la adoración— la adoración es una respuesta a Dios, a quién es Él y a lo que ha hecho por nosotros. Por esta razón, los líderes deberían motivar a sus congregaciones para que adoren proclamando la sana doctrina. Si quieres que tu gente alabe a Dios, muéstrales la grandeza de Dios.

  • Qué significa estar unido a Cristo

    Sabiendo que somos de Dios, unidos indivisiblemente en Cristo, podemos, entonces, estar seguros de toda bendición y toda promesa. Tenemos una esperanza viva para vivir con gozo pleno. ¡Podemos fijar nuestras esperanzas plenamente, con gozo celestial, en Cristo, tanto que seamos así las personas más libres sobre la tierra!

  • La providencia de Dios por John Piper

    Eso es asombroso. Cada pequeña burbuja que estalla en la espuma de una bebida gaseosa recién servida. Cada mota de polvo flotante que solo puedes ver en el rayo de luz de la habitación a primera hora de la mañana. Cada punta de cada tallo de cereal que se extiende por las interminables llanuras de Nebraska. Todos ellos, con todos sus mínimos movimientos, son gobernados específicamente por Dios.

  • ¿Estás preparado para defender tu fe?

    Los cristianos no solo somos llamados a defender la fe, sino también a «contender por la fe» de forma proactiva. La Iglesia debe ser proactiva en la promoción de la verdad de la fe cristiana, exponiendo, refutando, reprendiendo y corrigiendo los errores teológicos.

  • Cuál es el significado del bautismo de Jesús

    Aquí Jesús no solo se identificó con el pecado de su pueblo, también fue ungido por el Espíritu Santo para el ministerio. En un sentido esta fue la ordenación de Jesús. Aquí empezó su vocación como el Cristo.