• Por qué nos resistimos al cambio y cómo podemos avanzar

    El cambio no es fácil, y las iglesias a menudo no son los mejores ejemplos cuando se trata de hacer cambios. Sin embargo, si queremos ver a Dios hacer grandes cosas por el evangelio a través de nosotros, debemos “proseguir a la meta” (Fil 3:14) y vencer la oposición al cambio.

  • El Señor es Rey y gobierna sobre todos los reyes

    El reino es de Dios no porque alguien lo haya ungido, autorizado, elegido o instituido como Rey. Le pertenece porque Él es quien es —y eso incluye ser el gobernante de todo—. Ser Dios es ser Rey: “el Señor es el Dios verdadero; Él es el Dios vivo y el Rey eterno”

  • Para los que dicen: “No hay Dios”

    Separada de Dios, la vida humana es incomprensible. Por más que nos esforcemos, nadie puede entender por completo su lugar en este mundo sin conocer al Arquitecto de todo.

  • Siete consecuencias de negar la resurrección

    A cualquiera pueden agradarle las cosas cristianas, e incluso puede hacer cosas cristianas, pero ser cristiano en realidad significa creer en el Jesús del Nuevo Testamento, el Jesús que vivió en la historia, el Jesús que resucitó de entre los muertos.

  • Los planes de Satanás: qué hace el diablo hoy

    Una vez que conocemos la historia de Satanás, estamos mejor preparados para entender su actividad presente. Apocalipsis 12:9 identifica a Satanás como el que “engaña al mundo entero”. Él “se disfraza como ángel de luz” (2 Co 11:14) y ciega “el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio” (2 Co 4:4).

  • Los momentos sagrados de la vida cristiana por R.C. Sproul

    La celebración de la Cena del Señor involucra un tiempo santo de tres maneras distintas. Primero, mira al pasado, instruyendo a los creyentes a recordar y anunciar la muerte de Cristo con esta observancia. Segundo, se enfoca en el momento presente de celebración, en el cual Cristo se reúne con Su pueblo para nutrirlo y fortalecerlo en su santificación. Tercero, mira al futuro, a la esperanza certera de su encuentro con Cristo en el cielo, donde participarán de la cena del Cordero y Su esposa.