Qué nos enseña el bautismo de Jesús
El rito del bautismo en agua que realizó Juan el Bautista está estrechamente relacionado con el sacramento del bautismo instituido por Jesús como la señal del nuevo pacto. Si bien hay continuidad entre los dos bautismos, no deben ser vistos como idénticos.
El bautismo de Juan, considerado apropiadamente, pertenece al Antiguo Testamento. Aunque leemos sobre él en el Nuevo Testamento, el nuevo pacto no empezó hasta después del ministerio de Juan. Fue un requisito que Dios había dado a su pueblo, Israel. Fue un bautismo de preparación. Juan predicó que el reino de Dios se había acercado. Él fue el heraldo del Mesías. La cercanía de la venida del reino de Dios se vio en la inminente aparición de Cristo. El Mesías Rey estaba a punto de darse a conocer, pero el pueblo de Israel no estaba listo para Él. No estaban preparados. Estaban impuros.
El bautismo de Juan
El bautismo de Juan fue una innovación radical. Antes de Juan, se requería que los gentiles que se convertían al judaísmo pasaran por un rito de purificación de limpieza. Con la aparición de Juan el Bautista, Dios ordenó a los judíos que también se arrepintieran y se lavaran. Los religiosos judíos consideraron la exigencia de Juan como herética y ofensiva. Significaba que Juan estaba tratando a los judíos como si fueran impuros como los gentiles.
La Biblia de Estudio de La Reforma
R.C. Sproul
La Biblia de Estudio de La Reforma ha sido revisada a fondo y cuidadosamente elaborada bajo la dirección editorial de R.C. Sproul y las contribuciones de 75 distinguidos teólogos y pastores de todo el mundo. La Biblia de Estudio de La Reforma ofrece una experiencia de lectura, estudio y discipulado sin precedentes para cada edad y etapa de la vida cristiana.
El bautismo de Cristo
Jesús se sometió voluntariamente al bautismo de Juan, incluso insistió al respecto (contra las protestas de Juan) porque en su papel de Mesías era necesario que se sometiera a todos los requisitos de la ley de Dios para Israel. En su identificación con su pueblo, Jesús fue bautizado para cumplir con toda justicia.
Cuando Jesús entró en el río Jordán para ser bautizado por Juan, este acontecimiento marcó el inicio del ministerio terrenal de Jesús. Aquí no solo se identificó con el pecado de su pueblo, también fue ungido por el Espíritu Santo para el ministerio. En un sentido esta fue la ordenación de Jesús. Aquí empezó su vocación como el Cristo.
El término Cristo significa “el ungido”. Jesús fue ungido por el Espíritu Santo en su bautismo y comenzó a desempeñar el papel de Mesías tal como se describe en Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos” (Is 61:1).
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Este artículo sobre el bautismo de Jesús fue adaptado de una porción del libro La Biblia de Estudio de La Reforma , publicado por Poiema Publicaciones. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.
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