La providencia de Dios por John Piper

Significado de providencia

Retrocedamos unos cuantos siglos para encontrar algunas definiciones de providencia con las que estoy muy feliz, porque creo que expresan la verdad bíblica.

Catecismo de Heidelberg (1563)

Pregunta 27. ¿Qué entiendes por la providencia de Dios?

Respuesta. Es el poder todopoderoso y siempre presente de Dios por el cual Dios sostiene en Su mano el cielo y la tierra y todas las criaturas, y las gobierna de tal manera que las hojas y la hierba, la lluvia y la sequía, los años fructíferos y magros, la salud y la enfermedad, la prosperidad y la pobreza —de hecho, todas las cosas que nos acontecen— no ocurren por azar sino por Su mano paternal.

Como en casi todas las confesiones, la providencia divina significa un “poder todopoderoso y siempre presente de Dios”. Este poder “sostiene” y “gobierna” todas las cosas. Pero lo que da a esta definición su giro hacia la providencia (y no solo hacia la soberanía) es la frase “por Su mano paternal”. Esto conlleva enormes implicaciones sobre el diseño del gobierno de Dios sobre todas las cosas. ¡Implica que todo en el universo se gobierna con miras al bien de los hijos de Dios!

La confesión belga (1561)

Artículo 13. La doctrina de la providencia de Dios

Creemos que este buen Dios, después de haber creado todas las cosas, no las abandonó a la contingencia y el azar sino que las dirige y gobierna según Su santa voluntad, de tal forma que nada ocurre en este mundo sin la disposición ordenada de Dios.

Una vez más, Dios “dirige y gobierna” todas las cosas, de modo que nada se deja “a la contingencia y el azar”. Y de nuevo, lo que centra la doctrina en la providencia, no solo en la soberanía, es que “nada ocurre… sin la disposición ordenada de Dios”. Lo cual, por supuesto, exige una explicación de la palabra ordenada. El orden implica diseño y propósito.

Catecismo mayor de Westminster (1648)

Pregunta 18. ¿Cuáles son las obras de la providencia de Dios?

Respuesta. Las obras de la providencia de Dios son Su santa, sabia y poderosa preservación y gobierno de todas Sus criaturas; a las cuales ordena así como a todas las acciones de ellas, para Su propia gloria.

La providencia de Dios no solo preserva y mantiene la existencia de “todas Sus criaturas”, sino que también “ordena… todas las acciones de ellas”. El propósito de toda esta preservación y orden se hace explícito: “para Su propia gloria”. Esta es la soberanía intencional, a la que llamamos providencia.

Confesión de fe de Westminster (1646)

Capítulo 5. De la providencia

5.1. Dios, el gran Creador de todo, sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas, acciones y cosas, desde la más grande hasta la más pequeña, por Su sabia y santa providencia, conforme a Su presciencia infalible y al libre e inmutable consejo de Su propia voluntad, para la alabanza de la gloria de Su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia.

Esta es la definición más completa que hemos visto hasta ahora. Dios “sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas, acciones y cosas”. Esta es la soberanía siempre presente. Luego vienen todos los colores de la providencia: soberanía gobernada por sabiduría y santidad —y todo “para la alabanza de la gloria de Su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia”—.

Esta forma de expresar el propósito de Dios en la providencia es esencial para ser fiel a las Escrituras. Algunas visiones de la providencia se centran tanto en el objetivo de Dios al mostrar Su misericordia que el resto de Su gloria queda oscurecido. Creo que la resistencia de Westminster a esa reducción es sabia y bíblica. El objetivo de la providencia de Dios, según la confesión, es “la alabanza” de la gloria de Dios, no solo un aspecto o una faceta de Su gloria (como el amor, la gracia o la misericordia), sino toda ella: “la gloria de Su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia”.

Significado de providencia

Providencia

John Piper

La providencia de Dios es Su soberanía con propósito por la cual tendrá éxito total en el logro de Su objetivo final para el universo. La providencia de Dios lleva a cabo Sus planes, guía todas las cosas hacia Su objetivo final y conduce a la consumación final. Este libro explora el objetivo, la naturaleza y el alcance de los propósitos de Dios para el mundo. Piper ofrece una invitación a conocer al Dios que tiene todas las cosas en Sus manos, y a la vez permanece íntimamente involucrado en la vida de Su pueblo.

¿Cómo funciona la providencia de Dios?

A veces, estas afirmaciones tan contundentes sobre la dirección, disposición y gobierno de Dios sobre todas las criaturas, acciones y cosas, plantean la interrogante de cómo la visión bíblica de la providencia de Dios difiere del azar. La idea del azar tiene una larga historia —desde la mitología griega hasta la física moderna—. Lo que preocupa a la gente en general es que el azar y la providencia implican una especie de rigidez en el futuro que parece hacer que la vida carezca de sentido. Esta es la respuesta de Charles Spurgeon (1834-1892) a esta preocupación.

En primer lugar, él nos da su asombrosa convicción sobre la detallada extensión de la providencia divina. Lo que sigue, es un extracto de su sermón sobre la providencia de Dios basado en Ezequiel 1:15-19:

Creo que cada partícula de polvo que baila entre los rayos del sol no mueve ni un átomo más o menos de lo que Dios quiere; que cada partícula de rocío que choca contra el barco de vapor tiene su órbita, así como el sol en los cielos; que la paja de la mano del aventador está dirigida como las estrellas en sus cursos. El avance de un pulgón sobre el capullo de la rosa está tan fijado como la marcha de la peste devastadora; la caída de… las hojas de un álamo está tan plenamente ordenada como la trayectoria de una avalancha.

Eso es asombroso. Cada pequeña burbuja que estalla en la espuma de una bebida gaseosa recién servida. Cada mota de polvo flotante que solo puedes ver en el rayo de luz de la habitación a primera hora de la mañana. Cada punta de cada tallo de cereal que se extiende por las interminables llanuras de Nebraska. Todos ellos, con todos sus mínimos movimientos, son gobernados específicamente por Dios.

Con esto, Spurgeon prevé la objeción y continúa en el mismo sermón:

Ustedes dirán esta mañana: “Nuestro ministro es un fatalista”. Su ministro no es tal cosa. Algunos dirán: “¡Ah! él cree en el azar”. Él no cree en el azar de ninguna manera. ¿Qué es el azar? El azar es esto: lo que es, debe ser. Pero hay una diferencia entre eso y la providencia. La providencia dice que lo que Dios ordena debe ser; pero la sabiduría de Dios nunca ordena nada sin un propósito. Todo en este mundo funciona para un gran fin. El azar no dice eso. El azar dice simplemente que la cosa debe ser; la providencia dice que Dios mueve las ruedas y todas están donde deben estar.

Si algo va mal, Dios lo arregla; y si algo se desvía, Él pone Su mano y lo altera. Se trata de lo mismo; pero hay una diferencia en cuanto al propósito. Entre el azar y la providencia existe la misma diferencia que hay entre un hombre con buenos ojos y un ciego. El azar es algo ciego; es la avalancha que aplasta al pueblo al pie de la montaña y destruye a miles de personas. La providencia no es una avalancha; es un río ondulante, que al principio baja como un riachuelo por las laderas de la montaña, seguido por arroyos menores, hasta que rueda en el amplio océano del amor eterno, trabajando para el bien de la raza humana. La doctrina de la providencia no es: lo que es, debe ser; más bien, lo que es obra en conjunto para el bien de nuestra raza, y especialmente para el bien del pueblo elegido por Dios. Las ruedas están llenas de ojos; no son ruedas ciegas.

El propósito último de Dios con Su abarcadora providencia es tan útil, tan sabio, tan sagrado, tan bondadoso y tan gozoso que lo último que se le ocurriría a cualquiera es llamarlo azar.

Para el siempre creciente disfrute de todos los que aman a Dios

Estoy de acuerdo con todas las descripciones de la providencia de Dios que hemos visto anteriormente en las confesiones históricas de fe y de parte de Spurgeon. Creo que son coherentes entre sí y fieles a las Escrituras. Esto es lo que entenderé por el término providencia en este libro. Pero podría ser útil citar una declaración de fe más para aclarar mi propio punto de vista.

Durante mis treinta y tres años como pastor de Bethlehem Baptist Church, los ancianos elaboraron cuidadosamente un documento llamado Afirmación de fe de los ancianos de Bethlehem Baptist Church. Dado que formé parte de ese proceso, la declaración sobre la providencia de Dios en esta afirmación capta algunos énfasis. Aquí están las citas clave sobre la providencia:

3.1. Creemos que Dios, desde toda la eternidad, a fin de desplegar toda la extensión de Su gloria para el disfrute eterno y siempre creciente de todos los que lo aman, por el consejo más sabio y santo de Su voluntad, ordenó y previó libre e inmutablemente todo lo que habría de ocurrir.

3.2. Creemos que Dios sostiene y gobierna todas las cosas — desde las galaxias hasta las partículas subatómicas, desde las fuerzas de la naturaleza hasta los movimientos de las naciones, y desde los planes públicos de los políticos hasta los actos secretos de las personas solitarias— todo de acuerdo con Sus propósitos eternos y sabios para glorificarse a Sí mismo, pero de tal manera que nunca peca, ni condena a una persona injustamente; sino que Su mandato y gobierno de todas las cosas es compatible con la responsabilidad moral de todas las personas creadas a Su imagen.

Esta afirmación de que Dios comunica Su gloria “para el disfrute eterno y siempre creciente de todos los que lo aman” está, creo, implícita en los credos históricos. Por ejemplo, cuando el Catecismo menor de Westminster dice que el fin principal del hombre es el de “glorificar a Dios y gozar de Él para siempre”. Pero considero que este objetivo del disfrute de Dios, y su relación con la glorificación de Dios, es tan crucial para el propósito de Dios en la providencia que lo hago explícito y prominente. Espero que en la segunda parte quede claro que esto no es algo que solamente yo hago. Es lo que hacen las Escrituras.

_________________________

Este artículo sobre la providencia de Dios fue adaptado de una porción del libro Providencia publicado por Poiema Publicaciones.

_________________________

Páginas 35 a la 41

18 likes
Prev post: ¿Estás preparado para defender tu fe?Next post: Orando como oraba Jesús | por Paul Washer