• Cinco razones por las que sufrimos

    No tienes que ser filósofo ni escéptico de la bondad de Dios para hacer esta pregunta. Mira a tu alrededor: todo el mundo sufre y todos intentan explicar por qué. Algunos dicen que el dolor es una ilusión. Otros rechazan a Dios y afirman que el sufrimiento prueba que Él no existe. Incluso otros intentan redefinir a Dios y dicen que el sufrimiento prueba Sus limitaciones. Sin embargo, cada una de estas explicaciones del sufrimiento es, a su manera, inadecuada.

  • La Biblia es un regalo de Dios por Paul Washer

    El regalo más importante e indispensable que el Señor le ha dado a la iglesia es la Biblia. No hay otra fuente de verdad infalible con respecto a la persona, los decretos, las obras, la voluntad y las promesas de Dios.

  • Cómo adorar a Dios: lo que la sana doctrina nos enseña

    La sana doctrina debería motivar la adoración. Al igual que el amor —componente esencial de la adoración— la adoración es una respuesta a Dios, a quién es Él y a lo que ha hecho por nosotros. Por esta razón, los líderes deberían motivar a sus congregaciones para que adoren proclamando la sana doctrina. Si quieres que tu gente alabe a Dios, muéstrales la grandeza de Dios.

  • La mayor motivación para la vida cristiana

    La fuerza que usa la Biblia para motivarnos y permitirnos servir a Cristo es la dinámica del corazón: el amor. Jesús dijo: “Si ustedes me aman, obedecerán Mis mandamientos” (Jn 14:15). El apóstol Pablo hace referencia a esto cuando dice: “El amor de Cristo nos controla...” (2Co 5:14, NTV).

  • Orando como oraba Jesús | por Paul Washer

    Nunca se registra que los discípulos le pidieran a Jesús que les enseñara a caminar sobre el agua, a sanar a los enfermos, a resucitar a los muertos o incluso a predicar, pero sí pidieron esta única cosa “¡Enséñanos a orar!”

  • ¿Estás preparado para defender tu fe?

    Los cristianos no solo somos llamados a defender la fe, sino también a «contender por la fe» de forma proactiva. La Iglesia debe ser proactiva en la promoción de la verdad de la fe cristiana, exponiendo, refutando, reprendiendo y corrigiendo los errores teológicos.