Tres maneras de proteger a tu esposa

Tres maneras de proteger a tu esposa

¿Siente tu esposa tu amor protector? ¿Por qué no le preguntas? Pensemos en algunas maneras prácticas de reflejar en nuestros matrimonios el amor de Cristo por Su novia.

Protegerla físicamente

El cuidado físico es probablemente en lo primero que piensan los hombres al hablar de proteger a sus esposas. Como dice el locutor cristiano Dennis Rainey: “Imagínate estar acostado tarde en la noche y escuchar un ruido dentro de la casa. ¿Qué esposo podría, con limpia conciencia, levantar a su esposa y decirle, ‘tengo miedo, ve tú’?”. Parece como si el Señor hubiera dotado a los esposos con la disposición de demostrar amor a sus esposas (y de demostrar su masculinidad) al proteger a sus esposas físicamente. Si el esposo está disponible, él siempre será el que revise el sonido en la noche, el que mate la araña o el que disponga del ratón muerto que trajo el gato de la familia. Si bien no es tan emocionante como el alejar a los leones, a los tigres o a los osos, hay otras maneras en que podemos expresarle a nuestras esposas nuestro amor a través de la protección física:

  • Haz de tu casa un lugar seguro. ¿Por qué no crear el hábito de asegurar la casa antes de irse a dormir? Que tu esposa sepa que vas a cerrar las puertas, asegurarte de que está todo cerrado y que el sistema de alarma está encendido.
  • Mantén viva la caballerosidad. Camina del lado de la acera que da a la calle, ábrele las puertas, enciende las luces en la medida que ella entra.
  • Cuida el vehículo de tu esposa. ¿Necesita gasolina? Llénalo tú. Si vives en un clima frío, busca un tiempo extra en la mañana para quitarle el hielo y la nieve a sus ventanas. ¿Y qué si puedes calentar su vehículo antes de que ella salga para el trabajo o a hacer diligencias? Aun si no eres mecánico, demuéstrale tu amor al monitorear el mantenimiento y asegurarte de que cualquier reparación necesaria se realice a la mayor brevedad posible.
  • Ayúdale a cuidar su salud física. Frecuentemente es la esposa quien interviene en la salud de su esposo, pero ocasionalmente un esposo necesita tomar la iniciativa en proteger la salud de su esposa. Esto puede tomar una dosis extra de sensibilidad para evitar ser degradante o condescendiente. ¿Está descansando bien? ¿Cómo puedes ayudarla a descansar? ¿Trabaja a tiempo completo y a la vez cuida de la familia? ¿Podría tu familia subsistir con un solo sueldo, o con sueldo y medio? ¿Podrías tú ayudar más en la casa? Si no estás “domesticado”, ¿por qué no le pides humildemente que te enseñe a lavar la ropa o a limpiar la casa? ¿Quizá podrías aprender a cocinar algunas cosas básicas para que ella no tenga que hacerlo todo en la cocina? ¿Podrías tal vez demostrar amor por tu esposa cansada al ayudar a los niños con las tareas o con sus responsabilidades en el hogar, liberando a tu esposa de algunas de las tantas cosas en su lista de quehaceres? Déjale saber que te importa su salud, y muéstralo con acciones.
  • Ejemplifica en los asuntos de salud. ¿Necesitas tomar la iniciativa en cambiar los hábitos alimenticios de la casa? ¿Puedes romper con el hábito del tabaco o iniciar un programa de ejercicio? ¿Puedes asegurarte de que todos están yendo al médico? Puedes demostrar un amor práctico por tu esposa al promocionar hábitos de vida saludables en tu familia. Un esposo amoroso toma la iniciativa de cuidar a su esposa en esas formas tan fácilmente olvidadas.

Aunque ya eso de cargar en brazos al amor de tu vida para colocarla en el asiento de tu convertible blanco suena a una película anticuada, aún puedes demostrarle tu amor protector haciendo cosas especiales como estas.

Cuidar a la esposa Biblia

Amando a tu esposa como Cristo ama a la iglesia

Larry McCall

Si bien somos imperfectos como esposos, el amor de Dios nos manda a amar a nuestras esposas como Cristo ama a la Suya, la iglesia. Entreguémonos al estudio de Cristo juntos. Como escribe el Dr. D. Martyn Lloyd-Jones: “Debemos iniciar estudiando la relación de Cristo con la iglesia, y entonces, solo entonces, podemos mirar la relación entre el esposo y su esposa”.

Protegerla emocionalmente

Esta parte es un poco más difícil. La idea de demostrar amor físicamente es más fácil de entender para los hombres. Es algo concreto. Es varonil. Sin embargo, la mayoría de los hombres tienen dificultad en entender las emociones de sus esposas. Si no la entiendes emocionalmente, ¿cómo podrías demostrarle tu amor protegiéndola en esta esfera tan esquiva de las emociones que vivimos día a día?

¿Por qué no le preguntas? Amigos, sé que esto va a estar difícil, pero hacer tan solo una pregunta quizá sea una gran demostración de amor para nuestras esposas. Aquí hay algunas ideas que mi esposa me ha compartido, junto con algunas ideas que he aprendido haciendo consejería matrimonial a lo largo de los años:

  • Protégela del estrés de trabajar demasiado. Podemos demostrar amor como el de Cristo al proteger a nuestras esposas de sentirse demasiado saturadas. Algunas esposas, al igual que algunos esposos, tratan de alcanzar demasiado, tratando de realizar 25 horas de actividades en un día de 24 horas. Mi esposa, Gladine, aprecia que me siente con ella cada semana para hablarle de las diversas cosas que creemos que “necesitamos” hacer. Ella no quiere que trate de ser un general militar, diciéndole: “Necesito que hagas esto y esto, pero no aquello ni esto otro”, pero sí aprecia que muestre interés en su semana y la ayude a ubicar sus prioridades. A veces es útil sugerirle en amor: “¿Por qué no mejor te enfocas en esto esta semana? Esas otras cosas pueden esperar a que estemos menos ocupados”. A Gladine le encanta que yo me detenga y diga: “Busquemos juntos la guía del Señor antes de seguir adelante”. Ella dice que el orar juntos, el hablar juntos y el planificar juntos la hace sentir amada y protegida.
  • Protégela de preocupaciones innecesarias en cuanto al bienestar económico de tu familia. Los hombres podemos ponernos rápidamente a la defensiva cuando nuestras esposas tratan de verbalizar sus preocupaciones sobre las finanzas. Podemos pensar que están atacando nuestras habilidades de ganarnos el pan. Pero una respuesta más apropiada es una actitud humilde, centrada en Dios, de tomar a nuestra esposa de la mano e ir juntos ante el trono de la gracia y pedirle al Rey por sabiduría y provisión. El antídoto contra la preocupación económica no es necesariamente conseguir más dinero (si bien algunos esposos deben considerar un cambio de trabajo para proveer mejor a sus familias). Tomar la iniciativa al hacer el presupuesto puede comunicarle a tu esposa que sí te importa el bienestar económico de la casa. ¿Por qué no desarrollar el hábito de tomar parte del día de año nuevo para desarrollar el presupuesto anual juntos? Y manténgase atentos a ver el progreso. El trabajar en esto podría proteger a tu esposa y aliviarla del estrés de no saber de dónde viene el dinero o adónde está yendo.
  • Protégela del estrés emocional de personas dañinas. Los esposos deben estar atentos, en las preciosas vidas de sus esposas, a la hora de identificar a aquellas personas que les están causando gran daño emocional. ¿Recuerdas lo que me dijo mi papá en la situación que relaté al inicio de este capítulo? Aparentemente, él no es el único esposo que demostró amor por su esposa al protegerla de un adolescente descarado. Steve Farrar cuenta una historia similar de un hombre que protegió a su esposa al corregir a su hijo irrespetuoso. ¿Cuál fue la respuesta de la esposa a la defensa amorosa pero firme de su esposo?

En todos nuestros años de matrimonio has hecho muchas cosas maravillosas por mí. Me has dado regalos hermosos y nos hemos ido de viaje a lugares muy especiales. Pero nada de lo anterior significó más para mí que la manera que demandaste que nuestro hijo nos respetara. Nunca podrás entender cuánto eso me hizo ver lo mucho que me amas y que me valoras.

¿Diría tu esposa lo mismo de ti? ¿Necesitas hacer algunos cambios en tu vida en la manera que proteges a tu esposa de cómo otros la tratan, aunque sean sus propios hijos?

  • Protégela de la tentación sexual. También podemos proteger a nuestras esposas emocionalmente al proveerles una intimidad satisfactoria en el matrimonio. Las esposas que se sienten olvidadas por sus esposos, romántica y sexualmente, están en un mayor riesgo cuando otro hombre les presta una atención especial. Hombres, protejan a sus esposas de una tentación innecesaria al amarlas romántica y sexualmente, proveyendo gozo y satisfacción en la intimidad de su matrimonio.

Protegerla espiritualmente

Si la sección pasada de proteger a nuestras esposas emocionalmente parecía difícil, esta área del amor protector se convierte en un terreno desconocido para la mayoría de los esposos. ¿Cómo los esposos podemos proteger a nuestras esposas espiritualmente? ¿Cómo luce eso?

Al igual que nosotros, nuestras esposas se encuentran con diversas tentaciones, tanto internas como externas. Como lo dice el viejo himno: “Tal como soy, arrojado de lado a lado en diversos conflictos, con dudas y luchas y miedos, por dentro y por fuera”.

¿Cuál es nuestro rol en demostrar un amor como el de Cristo al proteger a nuestras esposas espiritualmente?

En primer lugar, recuerda que una onza de precaución es mejor que una libra de cura. O, para ponerlo de otra forma: “Si mantienes tu césped bien regado, no gastarás mucho tiempo apagando incendios”.

En segundo lugar, saca tiempo para alimentar a tu esposa espiritualmente:

  • Ora con ella.
  • Lee la Biblia y otros buenos libros cristianos con ella.
  • Aparta un tiempo devocional con ella.
  • Habla con ella en conversaciones cotidianas acerca de Cristo y de Su gracia prometida.
  • Escuchen música cristiana que edifique su alma.
  • Involúcrense en su iglesia local y en su grupo pequeño, donde tanto tú como tu esposa puedan desarrollar profundidad en su disfrute de Cristo y en su semejanza con Él. Si tu iglesia no enseña ni vive la Palabra de Dios, encuentren una que sí lo haga. Asegúrate de que tanto tú como tu esposa estén recibiendo la nutrición espiritual que ambos necesitan.

Tercero, estudia el corazón de tu esposa. Esta es la clave para estos hábitos espiritualmente saludables.

  • ¿Cuáles tentaciones enfrenta comúnmente? ¿Las conoces? ¿O tienes que preguntarle? ¿Es tentada a la ira o a la amargura? ¿A las fantasías o la lujuria? ¿Al descontento y a la queja? ¿A la incredulidad y a la desesperanza?
  • ¿Cómo puedes ayudarle a resistir esas tentaciones? ¿Hay maneras específicas en las que pudieras orar con ella? ¿Hay pasajes de la Escritura que pudieras sugerir en amor que estudien juntos?
  • No la dejes sola luchando con estas tentaciones si puedes venir al lado de ella y ayudar a protegerla.

El primer esposo que existió sobre esta tierra (a quien los teólogos también llaman el primer Adán) debió haber protegido a su esposa, Eva, cuando la serpiente le susurró sus tentaciones seductivas. Después de todo, Adán estaba ahí mismo “con ella” (Génesis 3:6). Jesucristo (a quien los teólogos llaman el segundo Adán) modeló la respuesta correcta de un esposo ante un ataque espiritual. Él nunca renunció a Su responsabilidad de proteger a Su novia, la iglesia (2 Tesalonicenses 3:3). Al mirarlo a Él –Su ejemplo, Su fuerza, Su gracia– amemos a nuestras esposas con un amor protector.

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Este artículo Tres maneras de proteger a tu esposa fue adaptado de una porción del libro Amando a tu esposa como Cristo ama a la iglesia, publicado por Poiema Publicaciones. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

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Páginas 74 a la 80

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