Ayudando a otros a seguir a Cristo

Ten objetivos de discipulado claros

Una vez que hayas escogido a alguien para discipular, ten objetivos claros para esa relación. El gran objetivo, por supuesto, es ayudar a esa persona a seguir a Jesús. Pero, ¿cómo específicamente harás esto? Discipular a una persona de la verdad como Bob será diferente a discipular a una persona de relaciones como Bill (nuestros dos personajes del capítulo anterior).

Dicho esto, permíteme animarte a pensar siempre en términos de lo que la gente entiende y de cómo viven.

Ayuda a las personas a entender más

Para empezar, tu discipulado debería ayudar a las personas a entender más. Queremos que las personas crezcan en el conocimiento de Dios en Cristo, y la fe viene por el oír la Palabra de Cristo. Pablo, por tanto, le dice a Timoteo que se vigile a sí mismo de cerca y la enseñanza. Persistiendo en esto, dice Pablo, Timoteo se salvará a sí mismo y a sus oyentes (1Ti 4:16).

Al discipular, buscas que las personas sepan por qué los cristianos oran, por qué compartimos el evangelio, por qué nos unimos a una iglesia, por qué el conocimiento de la soberanía de Dios impacta nuestra forma de vivir, y más. Discipular no consiste solo en la rendición de cuentas y en la modificación del comportamiento. Jesús nos dice que hagamos discípulos enseñando a las personas a obedecer, pero estas no pueden obedecer lo que no les ha sido enseñado. Primero tenemos que enseñar.

La Palabra de Dios debería ser el centro de cualquier relación de discipulado. Discipular puede por tanto implicar resumir un libro de la Biblia con alguien o estudiar la Palabra de alguna otra manera. Estamos para ayudarnos unos a otros a “[asirnos] de la palabra de vida”, como Pablo lo expone (Fil 2:16). ¡Qué gran frase! Motiva a las personas a aferrarse a la Palabra de vida leyendo, entendiendo y obedeciendo. Puedes utilizar buenos libros cristianos en una relación de discipulado, aunque los mejores libros llevan a las personas a la Biblia. Queremos que se entiendan claramente los fundamentos de la fe y vida cristianas.

¿Alguna vez has oído acerca del patrón vida verdad vida? Tu vida debería atraer a las personas a escucharte; y tu enseñanza debería trabajar para su transformación; sus vidas transformadas deberían ilustrar lo que enseñaste, lo cual a su vez atrae a las personas para escucharles.

Ayuda a las personas a vivir mejor

No solo queremos ayudar a las personas a entender mejor, sino que también queremos ayudarles a vivir mejor. Seguir a Cristo incluye ambas cosas. Una y otra vez Pablo insta a sus lectores a imitarle así como él imita a Cristo (1Co 4:15-17; 11:1; Fil 3:17; 4:9; 2Ts 3:7-9; 2Ti 3:10-11). Y por supuesto, él está imitando a Jesús en esto. ¡Jesús llama a Sus discípulos a amar como Él amó (Jn 13:35; 15:8-17)!

Conocer a Dios cambia la manera en que vivimos (véase Gá 4:9). Vivimos como extranjeros y peregrinos en un mundo antagonista, siempre enfrentados con la presión de conformarnos. Pero la Biblia nos llama a resistir esa presión. Debemos ser “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Fil 2:15). Por esto es que los cristianos siempre necesitan mejores ejemplos de piedad: “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros” (Fil 3:17).

Discipular en la Biblia

Discipular

Mark Dever

En esta guía concisa, el pastor Mark Dever resume el quién, el qué, el dónde, el cuándo, el porqué, y el cómo discipular; ayudar a otros a seguir a Jesús. Siguiendo el patrón de la Escritura, este libro explica cómo deberían funcionar las relaciones de discipulado en el contexto de la iglesia local, enseñándonos cómo cultivar una cultura de hacer discípulos como una parte normal de nuestras vidas diarias.

Entonces, ¿cómo impactas sobre cómo viven otros? Pasando tiempo con ellos. Elizabeth invita a Kate para hablar mientras prepara sus pasteles. Michael hace que Steven se una a su familia en la cena, y luego le permite que observe mientras dirige a sus hijos en el devocional familiar. Gran parte de discipular es hacer lo que normalmente haces, pero trayendo a las personas cerca de ti y teniendo conversaciones relevantes, como hizo Jesús. Y cuando los invites a tu vida, sé transparente. Las fachadas frustran el propósito. Invita a otros a aprender de tus errores.

La verdad es que mi esposa y yo discutimos algunas veces. Pero, ¿podemos hacer eso bien? ¿Podemos compartir esas luchas con otros sin deshonrarnos el uno al otro?

Escucha cómo Pablo implicó a Timoteo en todo: “Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido” (2Ti 3:10-11). Timoteo, aparentemente, lo vio todo. ¡Y qué rica educación en seguir a Cristo habrá sido!

Debes buscar que las personas que discipulas prosperen en la oración, en mejorar en la evangelización, en continuar en la membresía de la iglesia, y en tener paciencia con los miembros que los ofenden. Muy frecuentemente, será el sermón predicado la semana anterior lo que te permitirá trabajar esta clase de implicaciones en la vida de ambos. Los grupos pequeños pueden hacer lo mismo.

Haz preguntas

No importa a quien discipules, lo que buscas es ayudarles a seguir mejor a Jesús, creciendo en el conocimiento de Dios y aprendiendo a poner ese conocimiento en práctica; para entender mejor y vivir mejor.

Más allá de eso, mucho depende de la persona específica: cuáles son sus intereses, trasfondo, inclinaciones, patrones de pecado, heridas, temores, esperanzas, y más. Y el tipo de cosas sobre las que hablaréis, o leeréis, o haréis dependerán de la persona. Por tanto, una de las primeras cosas que deberías hacer en una relación de discipulado es conocer a la persona haciéndole muchas preguntas. ¿Cómo te convertiste en cristiano? ¿De dónde eres? ¿Eran tus padres cristianos? ¿Tus abuelos? ¿Por qué tienes el trabajo que tienes? y así sucesivamente. Con el tiempo, el nivel de confianza y transparencia debería crecer, y deberías poder hablar más acerca de los asuntos más profundos, más personales y de lo que el evangelio significa en esas áreas.

Realmente, el “cómo” discipular no es tan complicado. Se trata de vivir junto a otras personas conforme todos van hacia Cristo. Hacemos amigos y luego los encaminamos hacia Cristo. Queremos entender a Dios y Sus caminos, y vivir como la Biblia nos llama a hacerlo. Queremos ser precisos en nuestro entendimiento y santos en nuestra vida. Queremos conocer la verdad y vivir bien. ¡Todo para la gloria de Dios a cuya imagen fuimos hechos!

_________________________

Este artículo sobre ayudando a otros a seguir a Cristo fue adaptado de una porción del libro Discipular: Cómo ayudar a otros a seguir a Jesús publicado por Poiema Publicaciones.

_________________________

Páginas 83 a la 87

8 likes
Prev post: Por qué nos resistimos al cambio y cómo podemos avanzarNext post: Cómo saber dónde marcar el límite