10 promesas de Dios para abordar tu sufrimiento
Estamos en guerra, pero no estamos solos —aunque aún no estemos casados. Dios está con nosotros, y Él nos cuida. Antes de que Jesús dejara la tierra, mientras le encomendaba a Sus discípulos que salieran al mundo oscuro con la esperanza del evangelio, les dijo (y a nosotros también): “… les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mt 28:20). Y Pedro promete incluso más compañía: “Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos” (1P 5:9). Quizá no conozcas en tu contexto inmediato a alguien que sufra lo mismo que tú, pero no estás solo entre los cristianos del mundo y de la historia. Dios ha cuidado de ellos, y Él quiere que sepas que cuidará de ti. La infinita riqueza y el infinito poder de Dios le proveerán gran compasión y cuidado a Su pueblo débil y afligido cuando estén aferrados a la Palabra de Dios, especialmente a Sus promesas. Pero para aferrarnos a ellas, tenemos que conocerlas. Aquí hay diez promesas que Dios hace para todo dolor, desilusión y miedo que tú y tus amigos pudieran enfrentar.
1. Conocer a Jesús sobrepasa todo lo que pudieras poseer o perder en esta vida
“Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por Él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo y encontrarme unido a Él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe” (Fil 3:8-9).
2. Toda prueba ayuda a demostrar la sinceridad de tu fe y de tu gozo
“Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo. El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele” (1P 1:6-7).
3. Todo tu sufrimiento te está preparando para consolar a otros en su dolor
“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren” (2Co 1:3-4).
4. Con el tiempo, el sufrimiento fortalecerá, no disminuirá, tu esperanza y tu gozo
“Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado Su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Ro 5:3-5).
5. Ningún sufrimiento puede robarte lo que Jesús ya compró para ti
“También se compadecieron de los encarcelados y, cuando a ustedes les confiscaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, conscientes de que tenían un patrimonio mejor y más permanente” (Heb 10:34).
6. Jesús nunca se cansa de cuidar a los afligidos
“Vengan a Mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y Yo les daré descanso. Carguen con Mi yugo y aprendan de Mí, pues Yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque Mi yugo es suave y Mi carga es liviana” (Mt 11:28-30).
7. El sufrimiento te dará fe y fortaleza para soportar hasta el final
“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada” (Stg 1:2-4).
8. Dios derramará Sus riquezas infinitas para saciar tus necesidades
“Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” (Fil 4:19).
9. Ni un solo gramo de tu sufrimiento queda sin propósito, sino que produce gloria para ti
“Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento” (2Co 4:16-17).
10. Llegará el día en que todo tu sufrimiento terminará
“Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir” (Ap 21:4).
Dios escribió un libro para consolarnos en nuestro dolor y para ayudarnos a sobreponernos a toda nuestra ignorancia e insensibilidad al tratar de ayudar a otros en su dolor. Al recibir las palabras de Dios para nosotros, incluso en los tiempos más difíciles, escuchamos al Creador del mundo —Aquel que diseñó cada centímetro de nuestros cuerpos y escribió cada segundo de nuestra historia, incluyendo nuestro dolor. El Dios que nos habla a través de toda la Biblia es el artista que pintó las luces más resplandecientes y las sombras más oscuras de nuestras vidas. Él conoce perfectamente nuestro dolor y, si confiamos en Él y recibimos Sus palabras de esperanza, Él promete hacernos bien en medio de todo lo que enfrentemos.
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Este artículo 10 promesas de Dios para abordar tu sufrimiento fue adaptado de una porción del libro Soltero por ahora, publicado por Poiema Publicaciones. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.
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Páginas 62 a la 66