La justificación por la fe

La justificación por la fe

Martín Lutero declaró que la justificación por la fe sola es el artículo sobre el cual la iglesia se sostiene o cae. Esta doctrina fundamental de la Reforma protestante fue vista como el campo de batalla nada más y nada menos que para el evangelio mismo.

La justificación puede definirse como el acto por el cual los pecadores injustos son hechos justos a los ojos de un Dios justo y santo. La necesidad suprema de las personas injustas es la justicia. Es esta falta de justicia la que proporciona Cristo a favor del pecador que cree. La justificación por la fe sola significa que somos justificados únicamente por la justicia o mérito de Cristo, no por nuestra bondad o por nuestras buenas obras.

El tema de la justificación se centra en el punto del mérito y la gracia. La justificación por fe significa que las obras que hacemos no son suficientemente buenas para merecer la justificación. Como Pablo lo expresa: “Porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; por medio de la ley viene el conocimiento del pecado” (Ro 3:20). La justificación es un concepto legal. Es decir, somos declarados, contados o considerados justos cuando Dios imputa la justicia de Cristo a nuestra cuenta. La condición necesaria para esto es la fe.

La Biblia de Estudio de La Reforma

La Biblia de Estudio de La Reforma

R.C. Sproul

La Biblia de Estudio de La Reforma ha sido revisada a fondo y cuidadosamente elaborada bajo la dirección editorial de R.C. Sproul y las contribuciones de 75 distinguidos teólogos y pastores de todo el mundo. La Biblia de Estudio de La Reforma ofrece una experiencia de lectura, estudio y discipulado sin precedentes para cada edad y etapa de la vida cristiana.

La teología protestante afirma que la fe es la causa instrumental de la justificación, porque la fe es el medio por el cual se nos asignan los méritos de Cristo. La teología católica romana enseña que el bautismo es la causa instrumental primaria para la justificación y que el sacramento de la penitencia es la causa secundaria o restauradora. (La teología católica romana considera la penitencia como el segundo elemento para la justificación de los que han hecho naufragar sus almas, aquellos que han perdido la gracia de la justificación al cometer pecado mortal). El sacramento de la penitencia requiere obras de satisfacción mediante las cuales los seres humanos alcanzan el mérito pertinente para la justificación. La postura católica romana afirma que la justificación es por fe, pero niega que sea solo por fe al añadirle las buenas obras.

La fe que justifica es una fe viva, no una profesión de fe vacía. La fe es una confianza personal que se aferra solo a Cristo para la salvación. La fe que salva también es una fe penitente que acepta a Cristo como Salvador y como Señor.

La Biblia declara que no somos justificados por nuestras buenas obras, sino por lo que se nos imputa por medio la fe, es decir, la justicia de Cristo. En síntesis, algo nuevo se agrega a algo básico. Nuestra justificación constituye una síntesis porque tenemos la justicia de Cristo que se nos ha agregado. Nuestra justificación es por imputación. Dios nos transfiere, por fe, la justicia de Cristo. No se trata de una “ficción legal” porque Dios nos atribuye el verdadero mérito de Cristo, a quien le pertenecemos ahora. Es una imputación real.

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Este artículo La justificación por la fe fue adaptado de una porción del libro La Biblia de Estudio de La Reforma , publicado por Poiema Publicaciones. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

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Páginas 2011

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